Londres, junto con Singapur y París, es una de las ciudades con mayor desempeño en la integración de los edificios verdes. Se beneficia del alto rendimiento de los edificios verdes de la ciudad, que pueden estar vinculados al hecho que Reino Unido fue el primer país en introducir un sistema de certificación de edificios verdes, el BREEAM. Y Aunque el consumo de energía en Londres es más alto que el de París, la ciudad inglesa obtiene un porcentaje más elevado que París en el número absoluto de edificios verdes.
The White Paper anuncia que el gobierno de UK tiene establecido un objetivo nacional que requiere que todas las viviendas de nueva construcción a partir del 2016 y todos los edificios de uso no habitable deberán de ser carbono-cero a partir del año 2019.
El 23 de junio de 2016, con la votación de Reino Unido de salir de la Unión Europea abrió muchos debates respecto, la repercusión de esta marcha, en el sector de la construcción y al desarrollo de la construcción verde.
Tras la decisión, el AJ ofreció algunos enunciados sobre las futuras consecuencias:
Expuso la detención inmediata de muchos proyectos, después de la noticia, donde los inversores retrocedían en sus negocios de compras de terrenos porque sentía que el valor residencial era demasiado arriesgado.
Muchos de los elementos de construcción para edificios verdes en el Reino Unido son importados, desde Treehugger: La madera laminada proviene de Austria, las ventanas Passivhaus de Eslovenia, los ventiladores de recuperación de calor son procedentes de Alemania, las bombas de calor provienen de Japón. Todos estos elementos ya son más caros para el Reino Unido.
La caída en picada de la libra hace los materiales importados, significativamente más caros. El AJ declara que la arcilla para los 336.000 ladrillos usados en el Tate Modern de extensión vinieron de Alemania.
Fuente: www.architectsjournal.co.uk/
En el BDonline anuncia que el mayor riesgo para la profesión es probablemente la incertidumbre económica, los inversores extranjeros financian una cantidad significativa de la construcción en el Reino Unido y muchas viviendas se compran con dinero de extranjero debido a la condición de refugio. La libra cayó a su nivel más bajo desde el dólar desde el 2009.
Es probable que las normas de eficiencia energética que rigen por la Unión Europea en el marco del funcionamiento de la energía en la Directiva sobre edificios, pueda ser ignorada cada vez más como en el caso de las expectativas planteadas acerca del acuerdo en la reducción de carbono, tales como el COP del año pasado en París.
En Dezeen Magazine, la mayoría de los arquitectos se manifestaron en su decisión para votar en permanecer en la UE. Y han expresado su preocupación y dudas acerca de esta decisión. Algunos alagan la UE como la impulsora de la imposición de la legislación verde. Y como una organización necesaria para asumir, a corto plazo, la agenda verde de los gobiernos. Haciendo referencia al sector automovilístico y las restricciones de la UE, respecto a las normas de seguridad y las normas ambientales.
Aunque son muchos los argumentos que manifiestan que el Reino Unido no depende de la UE para poner en marcha sus políticas ambientales, por sus antecedentes, de ser el primer país en desarrollar una política ambiental y llevar a cabo su propio sistema de reducción de emisiones en 2003 o con su propuesta de cerrar todas las centrales de carbón para el año 2025 como plan previsto desde el propio gobierno y no des de el de Bruselas.
En junio del 2016, el ministro británico economía, George Osborne, admitió que el reino unido no podría cumplir con sus objetivos de conseguir el superávit para el periodo 2019-2020 debido a la incertidumbre del efecto negativo en la economía del país generada por el Brexit.
CONSECUENCIAS DEL BREXIT EN LA CONSTRUCCIÓN VERDE