¿Por dónde empezar un proyecto BIM? Vol. 3

¿DE QUÉ MANERA EL BEP CONDICIONA EL PROCESO DE MODELADO DE UN PROYECTO?
18 de octubre de 2018 por
¿Por dónde empezar un proyecto BIM? Vol. 3
Marcos Herrera

Como ya vimos en ¿Por dónde empezar un proyecto BIM? Vol. 1 y en ¿Por dónde empezar un proyecto BIM? Vol. 2, hay una serie de decisiones que se deben tomar antes de realizar un proyecto en BIM ya que estas se arrastraran hasta el final del proyecto. Pero, ¿de qué manera nos condicionan dichas decisiones a lo largo de un proyecto? 

¿Por dónde empezar un proyecto BIM? Vol. 3

 
Imagen  1. Esquema. Fuente propia.

Imagen  1. Esquema. Fuente propia.


Para cumplir con cada uno de los puntos del BEP, deberemos hacernos una serie de preguntas y tomar una serie de decisiones. Como, por ejemplo:

¿Qué es un estándar y para qué sirve?

Los estándares son patrones o modelos que podemos utilizar para realizar un modelo BIM. Se componen de tantos apartados como necesitemos para definir la metodología a seguir. Suelen utilizarlos empresas para definir un estándar propio o incluso clientes que quieran que sus proyectos se ejecuten de una determinada forma para poder explotar el modelo en un futuro.

 ¿En qué influye la Taxonomía en la estandarización?

El uso de una taxonomía o nomenclatura para definir cada uno de los elementos de nuestro modelo es una medida muy empleada que nos permitirá organizar nuestra base de datos e identificar los elementos de forma rápida. Si procedemos a establecer una propia, deberemos pensar en qué información queremos obtener del elemento a través de esta y que uso le daremos. Hemos de evitar, bajo nuestro punto de vista, taxonomías excesivamente largas (algunos softwares de modelado solo admiten un determinado número de caracteres) y con una estructura de difícil aplicación a todos los elementos de un modelo. Por lo que intentaremos siempre buscar una taxonomía sencilla pero completa y que nos permita usar su estructura en todos los elementos del modelo.

En el caso de que esta taxonomía se nos imponga porque realizamos un proyecto para un cliente determinado y así nos lo exige, deberemos comprobar que nuestra propia taxonomía cumpla con el formato propuesto por el cliente.

En el caso que no, deberemos adaptar nuestras familias, vistas y cualquier elemento de nuestro proyecto a la taxonomía exigida por el cliente. Para ello es recomendable crear automatizaciones que nos permitan realizarlo de forma mucho más rápida.

¿Qué clasificación usar?

En el caso de que se nos exija una en concreto (como es el caso de Infraestructures.cat: GubimClass) no tendremos más problema que aplicarla.

En el caso de que debamos escoger una nosotros, es recomendable buscar aquella que mejor se ajuste a nuestras necesidades. La clasificación es un aspecto importante ya que nos permitirá identificar elementos en otros softwares. De manera que podremos diferenciar muros estructurales o no estructurales debido a dicha clasificación.

Si quieres saber más sobre los sistemas de clasificación, pásate por este post BIM DATA I.

Software

Otro aspecto importante es el uso de una determinada herramienta u otra. En el caso de que los diferentes agentes trabajen con softwares distintos deberemos trabajar con archivos en formato IFC para compartir la información. Si todos los agentes utilizan el mismo software será suficiente con los formatos nativos de los mismos.

También es importante definir la versión del software. Un modelo realizado con Revit 2017 no podrá abrirse con Revit 2016 al ser una versión anterior con lo que también deberían usarse formatos abiertos.

Esquema IFC (Fuente propia)

Imagen 2: Esquema IFC (Fuente propia)


¿Cuáles son los entregables más habituales y qué debemos tener en cuenta para realizarlos?

IFC, archivos nativos, DWG y PDF son los formatos más exigidos por los clientes. Cada uno de ellos tiene unas peculiaridades y una serie de configuraciones que deberemos establecer antes de poder generarlos.

IFC 

Para generar un modelo en formato abierto y en IFC deberemos generar una serie de configuraciones en nuestro modelo y deberemos crear una serie de Property Sets. Los parámetros IFC se leen de distinto modo que los parámetros del software de modelado, existen unos básicos que los interpreta el IFC sin problemas, pero el resto requieren de mapeado. Es por eso que para poder realizar este IFC deberemos realizar un mapeado de información de los “parámetros no básicos” a los “parámetros IFC”. De esta forma podremos generar los Property Sets del archivo IFC.

Si quieres saber cómo crear estos PropertySets, podrás descubrirlo en el siguiente enlace: IFC. Cómo crear Property Sets.

 

Imagen  3 Parámetros IFC Infraestructures.cat (Fuente propia)

Imagen 3: Parámetros IFC Infraestructures.cat. Fuente propia.

Nativos

Al igual que en el IFC, una correcta estructuración del archivo nativo a nivel de información es muy importante. También deben revisarse taxonomías y cualquier estandarización que se plasme en el BEP, así como certificar que todos los requisitos de información reflejados en el EIR se cumplen. Esta última acción puede realizarse a través de Ecodomus tal y como explicamos en Control de calidad del modelo.

Un aspecto importante en este tipo de entregable será el peso del fichero. Será importante purgar los archivos, comprobar el peso máximo recomendado en las familias que utilizamos, eliminar vistas que no tienen ningún uso, etc. Estas acciones y otras, forman parte del proceso de auditoria de un modelo BIM, podéis saber más sobre estas auditorias en el siguiente artículo: ¿Por qué es necesario auditar modelos BIM?.

PDF

Para la exportación a PDF lo único que hay que tener en cuenta es el grafismo. Para que los planos salgan con una determinada calidad gráfica necesitaremos tener controlados como mínimo los siguientes aspectos:

- Familias: Al realizar estos componentes u Objetos BIM deberemos hacerlo teniendo en cuenta que se tienen que representar y que en función de otros factores como la escala o el  tipo de plano deben representarse de una manera u otra y que a veces este aspecto evoluciona de forma paralela a la geometría real que vemos en la vista 3D.
- Familias de anotación: Tener una buena biblioteca de familias de anotación nos ayudará a realizar los planos de una forma más rápida. Cotas, etiquetas, marcas de alzado,  sección, etc.
- Configuración de grosores: los grosores, a diferencia de AutoCAD, se configuran dentro de un archivo de proyecto (.rvt) por lo que valdrá la pena tener una buena plantilla de  proyecto (.rte) donde todo este tipo de configuraciones estén realizadas.
- Plantillas de vista: Mientras que en CAD a una línea le asociamos un único grosor a través de una capa o layer, en Revit a una misma “línea” (que represente un muro  seccionado) le podemos dar varios grosores según la vista en la que nos encontremos. 

Pero definir el grosor de línea de los muros seccionados puede ser muy laborioso (si hemos de repetir el proceso en cada vista) por lo que debemos emplear el uso de plantillas de vista y los estilos de objeto. Estas herramientas nos permitirán dejar guardadas algunas configuraciones gráficas preestablecidas para controlar la visibilidad de varias vistas a la vez.

DWG

Es innegable la colaboración con CAD. BIM es una metodología que pretende mejorar los procesos relacionados con la construcción, pero hay gente reticente al cambio y que sigue trabajando en metodología CAD. Para poder relacionarnos con estos colaboradores y poder enviarles información, deberemos exportar nuestro modelo en este formato. Caso en el que deberemos crear unas configuraciones de exportación “aceptables”. Si exportamos un modelo a un formato DWG con la configuración por defecto de Revit veremos que se nos genera un archivo con un montón de capas, tantas capas como subcategorías tenemos en un modelo. Esto podría resultar contraproducente debido a que la comprensión del archivo gracias a la estructuración de sus capas sería difícil.

 

Estos han sido algunos de los aspectos que hemos de tener en cuenta antes de un proyecto. Como veis, no son pocos y todos tienen importancia. Es por eso que necesitamos un estudio o análisis previo, que nos permita contrastar la naturaleza del proyecto con las exigencias del cliente plasmadas en el EIR y con las particularidades de cada colaborador. Este análisis generará conclusiones muy interesantes y necesarias para el desarrollo del proyecto que deberán plasmarse en un documento para que todos los agentes o colaboradores puedan tener acceso y seguir las directrices marcadas de forma colaborativa. Ese documento en cuestión es el BEP. 

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¿Por dónde empezar un proyecto BIM? Vol. 3
Marcos Herrera 18 de octubre de 2018
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